Existen dos especies de ratas que afectan el ámbito urbano en España que son la rata parda o gris (Rattus norvegicus) y la rata negra (Rattus rattus).
A pesar de que la rata negra era la especie dominante en nuestra geografía, por su agresividad y fuerza, la rata parda fue capaz de desplazarla, y por ello, actualmente habita en el alcantarillado y sus cercanías, territorio que antaño ocupaba la rata negra.
Consecuentemente, la rata negra se adaptó a la nueva situación y encontró un nuevo lugar para vivir en las copas de los árboles y lugares altos en general. Así, a pesar de que no pudo ganarle la batalla a la especie invasora, evolucionó modificando sus patas para mejorar su capacidad escaladora.
Por ello, el lugar en el que nos encontramos una rata es un indicador para determinar su especie, aunque por supuesto esto no es todo, existen cuestiones morfológicas que determinarán de qué especie hablamos. La rata parda es de mayor tamaño que la negra, sin embargo, tiene las orejas el rabo más pequeños. Por supuesto, el color del pelaje es un rasgo diferenciador de ambas especies: la rata negra se caracteriza por un pelaje teñido de colores oscuros y la rata parda, como su nombre indica, de colores pardos.
Como rasgo común, destacamos sus hábitos nocturnos, ambas son tímidas y desconfiadas, y que siempre andan pegadas a paredes. Ah, y por supuesto, si tiene algún problema con alguna de las dos especies, les recomendamos contactar con Almuedo y Sucesores.